La prueba de oro del talento de un inversor no es su capacidad para conseguir recursos para apostar en bolsa, su suerte para hacerse con valores al alza o a la baja… No: lo que prueba de verdad el talento de un inversor, es si sabe cuándo vender y cuándo comprar.
Y es que, a pesar de lo que dice la sabiduría convencional, las buenas inversiones no son fruto del colmillo o de la suerte, sino de poseer la información cuando es oportuna y relevante y de una capacidad para leer las entre líneas de las tendencias.
¿Cómo saber cuándo es el momento exacto para comprar una acción y cuándo es el momento de venderla? No se trata de algo sencillo. Nada que tenga que ver con el dinero lo es, pero no es imposible saberlo.
La primer regla es, sin duda: jamás comprar ni vender compulsivamente, ni apresuradamente, y mucho menos siguiendo la rumorología.
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