Todo gerente toma posesión de su cargo con la meta de formar un equipo de liderazgo de primera. Sin embargo, conforme pasa el tiempo y empiezan a trabajar en cosas nuevas, muchas veces piensan retrospectivamente y lamentan no haberlo desarrollado con mayor rapidez y agresividad. ¿Qué está detrás de esta aparente contradicción, y qué pueden hacer para formar un equipo excelente lo más rápido posible?A dos pasos del éxito
Entonces, ¿qué puede hacer para superar esos titubeos naturales para formar anticipadamente un equipo de primera? Permítame sugerir dos pasos simples:
En primer lugar, puede conducir una sesión de “asimilación” con su equipo poco después de ser asignado al cargo. El objetivo es aclarar rápidamente las expectativas entre usted y su equipo, y poner sobre la mesa algunas de las dinámicas molestas y difíciles. La sesión en sí misma funciona así: con ayuda de un orientador (y sin que esté presente el ejecutivo), los miembros del equipo comparten las impresiones sobre su nuevo gerente, además de sus esperanzas, preocupaciones y temores. El orientador organiza esto en temas, que posteriormente le presenta al gerente sin atribuírselas a nadie. Después, el gerente dialoga estos puntos con el equipo y al mismo tiempo les comparte sus propias expectativas, esperanzas y preocupaciones.
Para que la primera valoración y desarrollo sea aún más efectiva, la segunda cosa q puede hacer es desafiar a cada uno de sus gerentes con una tarea de calentamiento de corto plazo. Deles 30 ó 60 días para hacer algo importante que los haga salir de su zona de seguridad. Esto no solo le ayudará a hacer cambios notables dentro de la empresa en los primeros meses, sino que también le rendirá información invaluable sobre las capacidades de su equipo.
Si la formación de un equipo excelente es un ingreso crítico para el éxito de cualquier trabajo, ¿por qué no empezar de inmediato?
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