
Llevo semanas pensando en escribir sobre el poco valorado conflicto, la mayoría entendería que cuando ocurre es un suceso negativo a evitar a toda costa pero en realidad, es psicológicamente inevitable cuando los seres humanos viven en comunidad.
Sin conflictos la sociedad no cambiaría por lo que tampoco evolucionaría y desaparecería, por esa razón es mejor hablar de su gestión más que de su resolución, es una oportunidad para mejorar y conocer mejor nuestras relaciones con los demás.
Touzard define el conflicto como una situación en la que unos actores o bien persiguen metas diferentes, defienden valores contradictorios, tienen intereses opuestos o distintos, o bien persiguen simultánea y competitivamente la misma meta.
Ahora que sabemos que el conflicto es inevitable tenemos conocer sus características para aprender cómo sacar consecuencias positivas de él.
A la hora de hacerles frente hay que tener en cuenta los aspectos manifiestos, es decir, los que se ven a simple vista como los instrumentales, estratégicos o la diferencia de opiniones y los latentes, elementos afectivos o emocionales, donde la empatía en su identificación juega un papel importante.
El conflicto puede tener diferentes tipologías dependiendo de si es intraindividual, interindividual, conflicto social y el psicosocial:
* El nivel intraindividual, Kurt Lewin lo definía muy bien como "toda situación en que unas fuerzas de magnitudes iguales actúan simultáneamente en direcciones opuestas sobre el individuo, y que se da continuamente siempre que se toma una decisión".
* El conflicto más común es el interindividual, el que ocurre entre las personas.
* El conflicto a nivel sociológico es cuando el conflicto es intergrupal, es decir, cuando el conflicto no afecta sólo a los individuos si no a grupos enteros.
* El conflicto a nivel psicosocial es el que se produce entre el individuo y la sociedad, y el más interesante desde el punto de vista psicológico.
La única forma de resolver realmente los conflictos es mediante la negociación, el famoso "win - win" es un buen ejemplo en donde todos los implicados ganan o en el caso de negociaciones continuadas unas veces gana una parte y otras la otra, pero ambas tienen la sensación de que el trato es ecuánime, no hay "vencedor" ni "vencido".
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