![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgzOQRTtwW2hl_GJVc1WIrGzHSFjhM2bRoVvRFHnKmAQqU5o08pI5MmQNPZKTDxX_paQbtfZT_IWF_hjUmkjlfXkNa2EjYE2jvgyPGUq1uG09erzFQD5gmJOY0nUvDZI1fE4x3Nkxqblo9n/s320/plastico.jpg)
¿El problema? es tanta la confusión que el Estado de México acató esta ley, siendo que solo era para el DF. El gobierno ha admitido que no tiene con qué para aplicar las sanciones (ni los empleados para estar verificando que los miles de establecimientos comerciales cumplan) y lo más importante: los consumidores no tenemos nada de info sobre CUALES SON LAS ALTERNATIVAS.
Los comercios correctamente han anunciado que ellos jamás regalan las bolsas. Es un costo que ya viene como el de la luz o el de los empleados de la tienda, así que seguirán dando las bolsas. Y yo agradezco que no nos las quieran cobrar doble.
Como siempre, la ley tiene la mejor de las intenciones pero la peor de las implementaciones. No se puede ser verde a fuerza de plumazos.
Nunca he sido extremista pero me gusta el concepto verde. Va muy bien con la frugalidad y las finanzas sanas. Desde hace 6 años separo la basura, no tardo más de 5 minutos en la regadera, reciclo el agua para regar mis plantas, reciclo cajas, bolsas y todo lo que se pueda que sea útil. Pero lo que más ha ayudado a contribuir con el medio ambiente es EL CAMBIO EN MI ESTILO DE VIDA.
Es decir, desde que soy freelance, uso el auto solo 2 veces a la semana. Consumo cosas menos procesadas por la posibilidad de cocinar en casa, el administrar mi tiempo sin estar en una oficina enclaustrada me ha dado la oportunidad de hacer todo lo del párrafo anterior.
El solo “castigar” el uso de las bolsas, prohibir que se fume en tal o cual lado, el hacer un ciclotón una vez a la semana cerrando calles artificialmente son medidas tan separadas y aleatorias que no funcionan de fondo.
Un gobierno que quiere ser ecológico pero mantiene una gruesa base de burócratas a los que obliga a cumplir con 9 horas nalga, que se tienen que transportar todos los días (en vehículos que forzosamente son movidos por gasolina pues la mayoría vive muy lejos de sus oficinas como para agarrar la bicicleta), comer fuera todos los días, usar la luz de esas oficinas por 10 horas, etc. Me parece un gobierno hipócrita.
Un gobierno que no está ayudando a cambiar de fondo las actividades y procedimientos para verdaderamente ser verde.
Pedirle a una ciudad donde el salario mínimo ronda los $60 diarios, que compre bolsas biodegradables cuyo precio es superior al de las bolsas normales (además de que ya paga por las bolsas no biodegradables) es una mentada de madre. Claro, están las opciones de tela… ajem, y todas cuestan. En el periódico Reforma una entrevistada comentó: “los establecimientos como los grandes súpers deberían regalar las de tela”.
Y que conste: no es el gobierno el responsable de cambiar la mentalidad de toda una ciudad o un país. Pero si es su deber el poner el ejemplo.
Así las cosas, veo verde el poder hacer a la Ciudad de México verde. Pero los cambios los hace uno. Poco a poco, con medidas que hagan sentido en nuestras casas, podemos mejorar. Prometo llevar mis 3 bolsas de tela y espero que me alcance para todo mi súper. El día que se me olviden que los dioses biodegradables descarguen su furia contra mí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario