Existe mucha información sobre el manejo del tiempo, sin embargo, pese a la planificación, necesitamos sacarle más horas al día, dice Mónica García, consultora principal de Transearch. Escuchaba cuando niña a mi padre decir: “no puedo hacer todo a la vez”. Contrario a ello, veo ejecutivos que hablan por Blackberry, anotan, fuman y algunos hacen todo esto incluso manejando.¿Cómo lograron hacerlo? Como ejecutivos nos estamos acostumbrando a vivir en este ritmo acelerado en donde decir: “no tengo tiempo” puede generarnos cierto placer y orgullo.
Solemos trabajar 12 a 14 horas diarias, tomamos vacaciones partidas y hay quienes no las toman; vemos poco a nuestros hijos y algunos solo frecuentan a sus familias por Internet, conociendo poco o nada de sus particularidades.
Nuestra vida está centrada en enfrentar urgencias y resolverlas, y disponemos de poco tiempo para lo que escapa a nuestro trabajo. Algunos empiezan maestrías y las abandonan; no hay espacio para seminarios, ni lecturas; mucho menos para la investigación o los amigos. Tampoco hay espacio para la reflexión sobre el futuro laboral y personal, y poco tiempo para la generación de redes de contacto, lo cual es crucial si pasamos por un proceso de desempleo o de cambio.
Recordemos que el tiempo no puede regresar, por ellos distribuyámoslo del mejor modo posible. No tendremos las mismas oportunidades laborales si las dejamos pasar y nuestra familia no nos volverá a necesitar nunca como hoy.
Por eso:
-Define por escrito cuáles son tus objetivos de la semana. En base a ello determina qué quieres lograr cada día y refléjalo en “tareas concretas” a las cuales puedas asignar un tiempo “real”.
-No te llenes de actividades donde requieras trasladarte, toma en cuenta el tráfico y las distancias y aprende a decir NO cuando sea necesario.
-Identifica qué actividades suelen boicotear tu programación (resolver problemas de otros, llamadas telefónicas, etc.) y define un espacio en tu programación para “imprevistos”.
-Regálate un espacio para tu propia reflexión personal.
Más información visítanos en http://www.trabajoperuano.com
Solemos trabajar 12 a 14 horas diarias, tomamos vacaciones partidas y hay quienes no las toman; vemos poco a nuestros hijos y algunos solo frecuentan a sus familias por Internet, conociendo poco o nada de sus particularidades.
Nuestra vida está centrada en enfrentar urgencias y resolverlas, y disponemos de poco tiempo para lo que escapa a nuestro trabajo. Algunos empiezan maestrías y las abandonan; no hay espacio para seminarios, ni lecturas; mucho menos para la investigación o los amigos. Tampoco hay espacio para la reflexión sobre el futuro laboral y personal, y poco tiempo para la generación de redes de contacto, lo cual es crucial si pasamos por un proceso de desempleo o de cambio.
Recordemos que el tiempo no puede regresar, por ellos distribuyámoslo del mejor modo posible. No tendremos las mismas oportunidades laborales si las dejamos pasar y nuestra familia no nos volverá a necesitar nunca como hoy.
Por eso:
-Define por escrito cuáles son tus objetivos de la semana. En base a ello determina qué quieres lograr cada día y refléjalo en “tareas concretas” a las cuales puedas asignar un tiempo “real”.
-No te llenes de actividades donde requieras trasladarte, toma en cuenta el tráfico y las distancias y aprende a decir NO cuando sea necesario.
-Identifica qué actividades suelen boicotear tu programación (resolver problemas de otros, llamadas telefónicas, etc.) y define un espacio en tu programación para “imprevistos”.
-Regálate un espacio para tu propia reflexión personal.
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