sábado, 20 de noviembre de 2010

¿Cuándo puede opinar un militar?

No se si os acordais de la película ??Algunos hombres buenos?. En dos momentos distintos y para recordar la disciplina militar, un suboficial grita??¡Firmes!, un oficial en la sala?. Recordaba a todos los presentes (y a los que vieran la película) que el oficial superior es siempre el responsable de lo que hace y dice un inferior. Por eso cuando un militar hace declaraciones públicas las tiene que consultar siempre con su superior. Y si un superior le ordena que las haga, siempre habrán de ser hechas de acuerdo con la Constitución y las Reales Ordenanzas.

El pasado día 3 de mayo la portada de ??El País? recogía las declaraciones del coronel español García de las Hijas, segundo jefe de la OTAN en Herat (Afganistán). El título era ??Necesitaríamos más tropas en Afganistá. Exactamente reclama una compañía más de Fuerzas de Reacción Rápida para unirse a los 690 españoles que ya protegen la zona. Declaraciones absolutamente opuestas a las decisiones del Gobierno español que ha dicho oficialmente que ??por el momento- ni se precisan ni se enviarán más tropas a la zona y que, en el caso de acordarse, sería tras la demanda del Estado Mayor de la Defensa y tras la aprobación del Parlamento.

¿Cómo se entiende que nadie haya dicho nada sobre estas declaraciones?

Algo puedo explicar.

Este coronel ?no es español?, es un mando internacional de la OTAN a las órdenes ?en este caso- de un general italiano. No depende, por lo tanto, del mando español de la zona. Está obligado a defender las posiciones político-militares de la Alianza que opina que en Afganistán hacen falta más tropas. Esta contradicción no es nueva y será cada día más probable según estemos presentes con más personal en organizaciones internacionales.

Rodrigo Rato, es español y director del Fondo Monetario Internacional. Seguramente ha de ser muy crítico (por ejemplo) con Caracas o Buenos Aires, pero el Gobierno español ha de ser comprensivo con sus estrategias económicas. Son intereses distintos. El problema es que todavía no sabemos separar responsabilidades internacionales, de pasaportes nacionales.

Si, además, hablamos de militares la separación aún se hace más difícil. Pero hay que hacerla.

Si el coronel García de las Hijas llega a hacer esas declaraciones al mando de una unidad española, hoy yo estaría pidiendo su cese. Las ha hecho como miembro de un organismo internacional que tiene sus propias posiciones. Casi nada que objetar.

Y digo casi nada, porque ningún funcionario internacional se olvida nunca del todo de qué país procede.

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