Primera aclaración: No escribí el posting anterior con la finalidad de "recibir" comentarios. Por suerte, mi ego está más que bien masajeado. Mi objetivo fue y sigue siendo pensar el tema de los blogs desde la perspectiva de un teórico amateur de la economía que pretende entender mejor el mercado en el que compite, el mercado de ideas. Una promesa: a pesar de lo tentador (por su capacidad para atraer bloggers como políticos a un posible acto de corrupción), no voy a cambiarle el nombre a este blog--La Economía Divertida--por otro más marketero como "El Economista Erótico", o cosa parecida.
Algunas conclusiones: 1) Si bien el número de comentarios que atrae un determinado posting no constituye el mejor indicador ni de la calidad del posting, ni de su impacto o influencia sobre los demás bloggers y ni siquiera de su utilidad, no cabe dudas que el número de comentarios ejerce un claro papel de "señalización" ("signalling", en su versión en el idioma de Shakespeare) para potenciales bloggers ("si veo 20 comentarios, piense que este blog está bueno, si veo 0 comentarios, pienso que es aburrido"); 2) Existe una relación directa entre la naturaleza de los temas tratados en el posting y el número esperado de comentarios. Mientras más cercanos a la cotidianidad de las personas, mientras más relevantes para su quehacer y toma de decisiones, más propenso estarán los lectores y/o bloggers a compartir una opinión y escribir un comentario. De allí la infinidad de comentarios que generan los blogs de naturaleza sexual, siendo el sexo un aspecto consustancial de nuestra naturaleza humana (aún así, el Economista Erótico no verá la luz, por lo menos no bajo mi pluma); 3) Las mayorías silenciosas son en verdad mayoría y en verdad silenciosas. No son pocos los comentarios a mi posting anterior en los que lectores contumaces se deciden a escribir para decirme que son lectores contumaces, aunque no escriban; 4) Tal y como lo sospechaba, los lectores de los Blogs de Gestión son gente sofisticada, con intereses que van más allá de lo inmediato y circundante, razón por la cual seguiremos sazonando este blog con una mezcla de temas de la coyuntura económica y política del país, con temas de la coyuntura política y económica latinoamericana e internacional.
Otra aclaración: Aunque no sea evidente, quien esto escribe tiene un muy asentado sentido del humor peruano con ligero tinte británico, producto este último de mi bilingualismo literal y cultural. Además, como todo buen lector, le tengo pavor a la jerga especializada, sobre todo si se trata de jerga económica. Pero ni la simplicidad en el lenguaje ni la bonhomía que transmiten mis palabras y hasta mi imagen (alguien por allí me ha llamado "gordito bonachón") deben llevarlos a equívocos: aquí tratamos temas serios, aunque la seriedad sea temática y no expresiva.
Una última promesa: Varios de Uds. me piden--como el Chavo a Quico--que "no me desespere". Que eventualmente tendré la popularidad y/o la cantidad de comentarios que mis postings se merecen. Que todo es una cuestión de tiempo y que probablemente soy todo un éxito con las silenciosas mayorías. Por todo esto, prometo no desesperarme y ahogar cualquier impulso por convertirme en el Magali, el Jaime Bayly o -Dios me libre- en el Enemigo Íntimo de los blogs de Gestión.
Leer más: http://www.trabajoperuano.com
Algunas conclusiones: 1) Si bien el número de comentarios que atrae un determinado posting no constituye el mejor indicador ni de la calidad del posting, ni de su impacto o influencia sobre los demás bloggers y ni siquiera de su utilidad, no cabe dudas que el número de comentarios ejerce un claro papel de "señalización" ("signalling", en su versión en el idioma de Shakespeare) para potenciales bloggers ("si veo 20 comentarios, piense que este blog está bueno, si veo 0 comentarios, pienso que es aburrido"); 2) Existe una relación directa entre la naturaleza de los temas tratados en el posting y el número esperado de comentarios. Mientras más cercanos a la cotidianidad de las personas, mientras más relevantes para su quehacer y toma de decisiones, más propenso estarán los lectores y/o bloggers a compartir una opinión y escribir un comentario. De allí la infinidad de comentarios que generan los blogs de naturaleza sexual, siendo el sexo un aspecto consustancial de nuestra naturaleza humana (aún así, el Economista Erótico no verá la luz, por lo menos no bajo mi pluma); 3) Las mayorías silenciosas son en verdad mayoría y en verdad silenciosas. No son pocos los comentarios a mi posting anterior en los que lectores contumaces se deciden a escribir para decirme que son lectores contumaces, aunque no escriban; 4) Tal y como lo sospechaba, los lectores de los Blogs de Gestión son gente sofisticada, con intereses que van más allá de lo inmediato y circundante, razón por la cual seguiremos sazonando este blog con una mezcla de temas de la coyuntura económica y política del país, con temas de la coyuntura política y económica latinoamericana e internacional.
Otra aclaración: Aunque no sea evidente, quien esto escribe tiene un muy asentado sentido del humor peruano con ligero tinte británico, producto este último de mi bilingualismo literal y cultural. Además, como todo buen lector, le tengo pavor a la jerga especializada, sobre todo si se trata de jerga económica. Pero ni la simplicidad en el lenguaje ni la bonhomía que transmiten mis palabras y hasta mi imagen (alguien por allí me ha llamado "gordito bonachón") deben llevarlos a equívocos: aquí tratamos temas serios, aunque la seriedad sea temática y no expresiva.
Una última promesa: Varios de Uds. me piden--como el Chavo a Quico--que "no me desespere". Que eventualmente tendré la popularidad y/o la cantidad de comentarios que mis postings se merecen. Que todo es una cuestión de tiempo y que probablemente soy todo un éxito con las silenciosas mayorías. Por todo esto, prometo no desesperarme y ahogar cualquier impulso por convertirme en el Magali, el Jaime Bayly o -Dios me libre- en el Enemigo Íntimo de los blogs de Gestión.
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